Es un hecho,
Control es un juego muy exigente que tiene una fuerte dependencia de la GPU
para funcionar correctamente. Remedy no ha logrado cumplir las promesas que
hizo a nivel de optimización, y es un problema que no solo afecta a la versión
de Control para PC, sino que se
extiende a la
versión del mismo para consolas. Es terrible, pero ni siquiera Xbox One X y PS4
Pro se libran de mostrar caídas importantes de FPS. El trabajo que ha hecho
Remedy a nivel de optimización deja
mucho que desear, y no creo que vaya a ser posible resolverlo a través de parches,
salvo que se lleve a cabo una reducción de calidad gráfica a través de ellos.
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