Es
un hecho, Control es un juego muy exigente que tiene una fuerte dependencia de
la GPU para funcionarcorrectamente.
Esto
hace que incluso en resoluciones 1080p sus exigencias sean muy elevadas, y que
hasta una potente RT X 2080 T i tenga problemas para ofrecer una buena fluidez
con trazado de rayos activado y calidades máximas.
Remedy
no ha logrado cumplir las promesas que hizo a nivel de optimización, y es un
problema que no solo afecta a la versión de Control para PC, sino que se
extiende a la versión del mismo para consolas.
En
PS4 y Xbox One el rendimiento es terrible.
Hay
caídas que llegan a los 10 FPS y tirones muy bruscos que afectan a de forma
sostenida a la experiencia de juego.
Es
terrible, pero ni siquiera Xbox One X y PS4 Pro se libran de mostrar caídas
importantes de FPS.
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