sábado, 6 de junio de 2020

Análisis de The Elder Scrolls: Blades

Hay juegos de dispositivos móviles que se han portado a Nintendo Switch con acierto como Gear.



Simplificado y sin ritmo

Todos conocemos la saga The Elder Scrolls y quien más y quien menos ha tenido el placer de enfrentarse a sus mundos abiertos donde suceden toda clase de historias de fantasía, por eso se nos hace raro cambiar tanto de tercio ahora y enfrentarnos a un juego de gestión de recursos donde nuestra única misión será reconstruir una ciudad arrasada por las hordas de la Reina de Sangre. Detrás de una historia interesante que nos van narrando los habitantes de nuestro ahora renacido pueblo se esconde una jugabilidad basada en la obtención de materiales y la reconstrucción que puede casar con un teléfono móvil y el hecho de que lo llevemos siempre encima, pero en Nintendo Switch no estamos acostumbrados a tener que esperar para completar acciones tan mundanas y mucho menos a tener que pagar dinero real por gemas que aceleren este proceso. Quienes esperen un buen juego para consola, ya no digamos un buen The Elder Scrolls, mejor que se lo piensen dos veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario