Kentucky Route Zero y su deliciosa ambigüedad

Llevo poco más de dos horas con Kentucky Route Zero y todavía no sé hacia dónde se está dirigiendo. En resumen, llevo dos horas de incertidumbre pegado a la pantalla. Pese a que acabo de empezarlo, tengo la sensación de que hablar de él es romper parte de su magia, así que avisados quedáis. Si podéis, salid a por él y volved aquí en un par de horas.

Tengo la sensación de que he llegado hasta donde estoy por propia intuición y porque, además, es el camino que quería tomar, pero no os sabría decir si eso es lo que quieren hacerme pensar en Cardboard Computer. El juego propone un pequeño mapa de carreteras por el que ir viajando, con algunas paradas abriendo solo cuadro de diálogos y otras siendo escenarios en los que poder pasear, y creo que me ha dado la suficiente libertad como para no tener la sensación de que me están guiando.