Por ejemplo, el primer Mass Effect era tosco, incluso incómodo en su navegación, pero también era brillante en una propuesta de rol con acción que hasta entonces no habíamos visto. La hemos visto usada por otras desarrolladoras -ahí tenéis a The Outer Worlds como ejemplo más reciente- y hasta la propia BioWare la ha repetido, llevándola a la fantasía medieval con Dragon Age. Así fue como llegó Mass Effect 2, una secuela redonda tanto a la hora de ser valiente como de pulir cosas. Entre que tenemos este aniversario a la vuelta de la esquina y que BioWare nos deja soñar con su último tweet, no es tan descabellado pensar que el 7N se adelantará en 2020 con el anuncio de una trilogía remasterizada.
Para empezar, el primer juego tiene bastante margen de mejora en lo gráfico y, para seguir, esta trilogía es de las que es fácil tener repartida en varios sistemas -consolas de la anterior generación, PC y... ¡hasta Wii U!-, con lo que apañaría el tema de las partidas trasladadas de una entrega a la siguiente.
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