lunes, 4 de noviembre de 2019

Citadel: Forged With Fire PS4






Sin embargo, a día de hoy, tras un año en acceso anticipado y en una versión 1.0 a la que le queda muchísimo por crecer, esto es lo que encontraréis en el mundo de Ignis. Entramos así en el mundo de Ignis naciendo a través de las llamas, forjados por el fuego, con la posibilidad de crear a nuestro personaje con un gestor limitado en lo facial pero que se desata en lo que corresponde a las opciones de nuestro cuerpo, colores de piel y demás. Cabe destacar que cada servidor sirve como un universo único en el que vivir nuestra aventura. La aparición de grandes fortificaciones, inmensos huertos o incluso ciudades enteras durante nuestra ausencia le dan un toque de credibilidad y dinamismo al mundo de Ignis.


El MMORPG que quiso ser Skyrim Potter

cuadrados de escenario en los que obtener recursos
, subir de nivel, aprender hechizos, craftear, forjar, construir, cosechar y hacer, a grandes rasgos, lo que nos de la real gana. Tras un tutorial brevísimo que no deja muy claro algunos mecanismos del juego que debemos descubrir por nosotros mismos, Citadel considera que ya estamos preparados y nos suelta en medio de la nada para que empecemos nuestra aventura. En el mundo de Ignis no es neceario comer, beber ni dormir. El aspecto del personaje gana más en primera persona cuando no se le ve que en tercera, con unas animaciones y una puesta en escena que recuerdan a Oblivion en tercera persona.




Combate tosquísimo
, motor de colisión nulo en el que las armas atraviesan a los enemigos sin que estos acusen el golpe fuera de la lógica disminución de salud y una puesta en escena que, como decimos, no va a sorprender a nadie pero que estoy convencido de que mejorará con el paso del tiempo.
 


Hocus Pocus

Según vamos creando nuevas armas y encontrando nuevas esencias
, podremos elaborar hechizos cada vez más potentes con efectos distintos como sanación, velocidad, cosechar recursos, lanzar proyectiles, armadura, domar criaturas, teletransportación... y un larguísimo etcétera que depende del arma, la escuela, los elementos que añadamos y la esencia que elijamos. Un pique que recuerda a los juegos de mezclar elementos para obtener nuevos materiales que tiene su igual en la alquimia y la creación de pociones, materiales y demás. La posibilidad de crear tu propia fortaleza, tu propio pueblo o tu jardín del edén con semillas naturales y modificadas es una de las cosas más interesantes que ofrece junto al tema de los hechizos y ese gusanillo por ver qué desbloquearás en el siguiente nivel o qué nueva prenda conseguirás más adelante, todo ello sin pagar ni un sólo céntimo en tiendas ni micotransacciones. Multitud de recetas y la posibilidad de ir a de un servidor a otro cuando el cuerpo te lo pida terminan por perfilar algo que quizá no sea una gran locura pero que te ofrece todas las horas de juego que quieras al no tener un final prefijado.



Ojalá ver pronto nuevos contenidos y expansiones
, pero por ahora estamos ante un juego cuya diversión y libertad logran alcanzar el 7 a pesar de su aspecto y su control, eso sí, sólo para aquellos que buscan congeniar con su apuesta.

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