miércoles, 13 de noviembre de 2019

Análisis de Dark Devotion


La gran popularidad de Dark Souls ha generado tantos imitadores, que la palabra soulslike ha sido aceptada ya como un género completamente normalizado dentro de los juegos de rol. Un género que nos presenta juegos exigentes, con mecánicas que tenemos que dominar, además de basarse en el ensayo y error, pues debemos observar bien a nuestros enemigos y sus movimientos, para saber siempre cuando atacar y cuando defendernos. Pero sobre todo, lo que tenemos que tener más claro cuando jugamos a un soulslike, es que aquí se viene a morir. Dark Devotion nos presenta un mundo desolado en el que controlaremos a una joven templaria, que quiere alcanzar unas antiguas ruinas para poder redimirse de su pasado.

En este juego hay que tener claro una cosa
, se muere bastante, sin embargo, a cada muerte aprenderemos de nuestros enemigos, así como tendremos un momento de descanso para poder preparar nuestra próxima expedición. En este sentido, Dark Devotion presenta un elemento más propio de los roguelike, pues después de cada muerte, no tenemos un cuerpo al que ir para recoger nuestras almas o nuestro equipo.


Como en casa en ningún sitio

Esta zona también es útil por contar con Bones
, el herrero que nos equipará con armas, armaduras e ítems consumibles para hacernos más fácil nuestra nueva expedición por las ruinas. Algunos de ellos se convertirán en objetos permanentes, que nuestro herrero podrá fabricarnos y así no tener que empezar de cero en nuestras nuevas partidas. A jugabilidad podemos decir que sería la de una especie de metroidvania plataformas 2D, pero sin poder saltar, de acción, pero pausada y limitada por la visión del mapa, roguelike pero solo con mejoras, perdida de pasivas y sin generación procedural de niveles, RPG. Aunque todo esto parezca una mezcla rara, que podría hacer que el juego se quedara intentando abarcar demasiado y destacando en nada, todos los aspectos confluyen y crean una jugabilidad muy adictiva.

Es cierto que el juego nada más empezar puede hacerse muy cuesta arriba
, al carecer de ningún tipo de tutorial y podríamos quedarnos en una mala experiencia, que podría hacer que duráramos jugando poco más de media hora.

Dark Devotion
Dark Devotion: Cuestión de fe

Los enemigos no solo sueltan puntos de experiencia
, sino que también podremos acumular fe gracias a ellos. Conforme vamos avanzando en la aventura, nuestra cantidad de fe se verá ampliada, permitiéndonos abrir puertas que al principio del juego estaban selladas, dándonos acceso a partes de las ruinas inaccesibles hasta entonces. Estamos ante un juego inmenso, ejecutado con detalle y mucho mimo, empezando por el apartado artístico, lleno de excelentes y únicos diseños que desprenden vida gracias a unas animaciones que brillan con luz propia, destacando el gran trabajo a la hora de jugar con la iluminación de los escenarios, conseguida a base de pura maña y esfuerzo en un planteamiento pixelart en el que se demuestra que hace falta mucho más que un motor superpotente para reflejar los efectos deseados. La ambientación de decadencia es excelente mientras recorremos el amplio mapa que nos presenta Dark Devotion, dando paso a momentos mucho más épicos cuando nos estamos enfrentando a los jefes finales.
 Dark Devotion

Sin tener en cuenta la originalidad de diseño
, cada monstruo está siempre en el mismo lugar, en ocasiones en su versión élite , pero con los mismos patrones de ataque. El quid de la cuestión es recordar cómo actúa cada uno. En donde hay buena variedad y gusto es en los 18 jefes finales. En cuanto a su duración, estamos ante un juego que nos puede tener entre 15 y 25 horas delante de él, dependiendo de si lo queremos completar al 100% o simplemente acabarlo.

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