viernes, 18 de octubre de 2019

Lo mejor de PS5 y Xbox Scarlett es que me emocionan


Una idea que me ayude a emocionarme y a seguir adelante.


Aquellos maravillosos cambios de generación

Incluso habrá quien prefiera usar su púlpito de redactor -de videojuegos
,, de videojuegos- para soltar el mitin de turno y robar el aplauso fácil. Es difícil explicar a quien no lo viviera lo que significa haber sido videojugador en esa época. Vivías tu afición con tus amigos, tu tío el informático o el amigo de tu padre que tenía un doble pletina, y cada nuevo avance tecnológico, cada nueva llegada de hardware, era como si tu pequeño mundo explotara a manos de Shiva y fuera creado de nuevo, más completo y sofisticado, en manos de Vishnu...Y la de muchos. Imaginad que tenéis 18 años recién cumplidos y en toda vuestra vida lo máximo que habéis jugado en casa es a una 16 bits.

Imaginad lo que tuvo que ser jugar por primera vez a Tomb Raider y a Resident Evil y hacerlo justo después de un juego de Super NES o Mega Drive
. 



Fue una locura

Los polígonos y los fondos renderizados
, Final Fantasy VII y Tekken, el paso de cartucho a CD y los palillos de dientes marcaron a una generación que se revitalizó cuatro años después con la llegada de PS2 y el DVD. Momentos a recordar que se disparan tras la adquisición esta vez tarde de la primera Xbox y el descubrimiento de Fable y Ninja Gaiden, la irrupción a lo grande de Xbox 360 y una PS3 que supo alcanzarla. Buenos recuerdos que son imposibles no conectar con esta última generación, la que ya se encuentra a las puertas del asilo para un más que merecido descanso y a la que aún les queda un par de tiros por dar para quedarse contenta. Esta generación la empecé declarando mi cabreo con Microsoft y con un Don Mattrick que muchos dijimos que iba a matar a Xbox One y a punto estuvo de conseguirlo.

Una generación que juegos aparte
, ahora les echamos un ojo, me ha enseñado que nunca puedes decir no y que la tolerancia es, por encima de todo, lo que debe primar en este trabajo. Y ahora sí, tras Witcher 3 y Zelda Breath of the Wild, RDR2, Uncharted 4 y Gears 5, me he terminado convirtiendo en fan de Xbox One y esperando nervioso tanto a Scarlett como a PS5, The Last of Us 2 y Tsushima por un lado y todo lo que está pendiente por llegar a One y su heredera. 



Lo mejor de PS5 y Xbox Scarlett es que me emocionan

Pensar en diciembre de 2020 y en lo que será el año que viene en su conjunto me trae ecos de todos los pasos de generación y vuelven a convertirme en ese niño que se maravillaba al entrar en un nuevo salón arcade o ver llegar una nueva máquina al del barrio
. Pensar, soñar en qué nuevos juegos vendrán, qué nuevos géneros nacerán los próximos años, me ilusiona y emociona a partes iguales. Cosas impensables para mí como jugar online, tener juegos digitales o pagar una suscripción se han convertido en mi pan de cada día. Y mientras, aprendía nuevas formas de juego, veía evolucionar el mundo del videojuego indie y hasta me animaba con directos y demás cosas de 'gamer moderno', qué mundo este... Así que sí, lo siento por los vinagres y los que cobran a por amargura publicada, pero PS5 y Xbox One me emocionan.

Me emociona saber que están aquí al ladito
, como quien dice, y que vendrán con mandos chulos y muchas birguerías. Supongo que habrá quien me tache de infantil por ello, pero gente tonta ha habido siempre.

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