miércoles, 18 de diciembre de 2019

Análisis de SuperEpic: The Entertainment War


Comienza así una aventura desarrollada por el equipo barcelonés Undercoder quienes empiezan a cogerle el gusto a trabajar en consolas . Estamos ante un juego de estilo metroidvania donde será fundamental ir ganando habilidades para así, haciendo backtracking , llegar a lugares antes inaccesibles y poder seguir avanzando. Todo ello por supuesto aderezado con una historia que servirá para hacer una crítica a un determinado modelo de negocio y por una jugabilidad a prueba de bombas que irá creciendo en posibilidades a medida que vayamos jugando. El matiz llega al comprobar cómo nosotros mismos dentro del propio juego caeremos en estas inevitables redes, y no solo al participar en unos variados minijuegos a los que accedemos desde el móvil escaneando un código QR , sino dentro de la jugabilidad principal de este SuperEpic.


Este clásico de los metroidvania nos ayudará a avanzar por el edificio de RegnantCorp
, donde sus leales trabajadores tratarán de impedir nuestro avance. Llegado este momento ya nos estaremos dando cuenta de que el sistema de ataque de SuperEpic tiene bastante más miga de la que imaginábamos, gracias también en parte a que habremos sumado dos nuevas barras a nuestro medidor, la de evasión y la de los ataques especiales. Los combos, como decíamos, nos ayudarán a rellenar la barra de los especiales, y estos se antojarán sumamente necesarios en los tramos ya intermedios . Además, estos ataques, así como mejoras para el equipo o incluso equipo nuevo, habrá que comprarlos, eso sí, con gemas o con dinero, un nuevo guiño a la parte más perniciosa de esta industria.

El aspecto me llama

Otra de las virtudes de SuperEpic es lo cuidado de su apartado visual
. Además, cuando llevemos un par de horas de auténtico vicio, se desbloqueará un juego al que acceder desde el menú principal que no es otra cosa que un roguelite donde los pisos y habitaciones se generarán de manera procedimental y donde los enemigos nos harán más daño y conseguir la máxima puntuación será nuestro principal aliciente. En cuanto a su historia, la motivación de los personajes principales es digna de elogio, pero sus creadores podrían, e incluso por momentos pensaremos que deberían, haber ido un poco más allá y haber tratado más temas también relacionados con la industria del videojuego. Los chistes sobre pagar por todo están bien, pero cansan y se vuelven predecibles.


SuperEpic es por tanto un juego que sorprende por cómo saca provecho a un sistema de combate tan simple como lleno de posibildiades donde habrá que aprender a hacer combos si queremos ir con garantías a los pisos superiores
. Mejorar el equipo es opcional pero recomendable, así como disfrutar de los minijuegos donde tocará sacar nuestro smartphone. Quizás podría haber llevado más lejos su crítica, pero la que hay se agradece, sobre todo si viene, como es el caso, acompañada de una jugabilidad y un arte como este.

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