martes, 7 de abril de 2020

Análisis de One Piece: Pirate Warriors 4

Si hay una obra dentro del mundo del manga y el anime que junto a Dragon Ball cuenta con innumerables videojuegos, esa es One Piece. Luffy y su tripulación han protagonizado una gran cantidad de títulos, siendo la saga Pirate Warriors la más destacada.



Es hora de navegar hacía El País de Wano

En esta cuarta entrega, como viene siendo habitual en estos títulos, se encarga de adaptar los arcos argumentales más recientes de la serie. En este caso, el modo historia recoge los sucesos vividos en Whole Cake Island y en El País de Wano, siendo esta última una saga con un argumento totalmente creado para la ocasión. Esas sensaciones negativas se deben a qué hay ciertos arcos argumentales como Skypea, Thriller Bark, Impel Down o la Isla de los Gyojin que se han omitido por completo. Aquí por desgracia se han visto recortados, al igual que un buen puñado de personajes como pueden ser Enel, Gecko Moria o incluso algunos más recientes como Cracker, que tiene relevancia en sagas actuales.

 

Guantazos en una nueva marcha

Si bien hemos dicho que nos ha decepcionado el recorte de algunos personajes vistos en entregas anteriores, la plantilla de este cuarto título es amplia. Contamos con 40 personajes, con grandes incorporaciones que van desde el Germa 66, pasando por Katakuri, Carrot e incluso los gigantescos y poderosos Kaido y Big Mom. Cada uno de los personajes del juego están recreados a la perfección no solo por sus técnicas, sino por el tamaño -siendo los gigantes autenticas bestias- y sobre todo, por la manera de luchar de cada uno de ellos, que cuentan con diferencias claras dentro del campo de batalla.



Menos estratégico que nunca

Por desgracia, todo este genial sistema de combate se ve acompañado de un diseño de niveles que ha perdido fuelle y tiene menos estrategia que sus antecesores. En este sentido, los objetivos a cumplir en cada una de las misiones no se suelen centrar en la captura y la defensa de territorios, una de las identidades del género musou que la saga siempre ha manejado muy bien. Siendo un título muy enfocado a la acción, la cámara en muchas ocasiones se pierde, ya sea en terrenos exteriores o interiores.



Un port ideado por el mismo Gobierno Mundial

Las comparaciones suelen ser odiosas, pero volvemos a comparar el título con su antecesor. Esta vez, no por contenido, sino por la adaptación a Nintendo Switch. Por desgracia, la cuarta entrega de la serie ofrece una adaptación que en el apartado visual deja bastante que desear. La adaptación vista en la consola de la Gran N decepciona en este aspecto, con problemas técnicos como la aparición de popping.


 

La búsqueda del One Piece no termina aquí

Como fans de la obra de Eiichiro Oda y de la saga Pirate Warriors, esta última entrega se nos queda corta en cuanto a contenido por sus recortes. En esta ocasión nos encontramos con menos arcos argumentales, personajes ya vistos en la plantilla que han desaparecido y que es posible que vuelvan en modo de DLC y sobretodo, bajón en el diseño de niveles y una versión en Nintendo Switch muuuy mejorable. Incluso nos ha parecido mejorable ver como solo Luffy cuenta con la apariencia correspondiente a la saga en la que estamos jugando y no el resto de los Sombrero de Paja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario