martes, 31 de agosto de 2021

Análisis de Space Invaders Invincible Collection

Con la llegada de Space Invaders Invincible Collection, nos encontramos con el enésimo recopilatorio de la famosa saga shoot'm up matamarcianos para consolas. La principal duda que tenemos es si realmente era necesaria esta nueva recopilación, ya hace 9 meses que vio la luz Space Invaders Forever.

 


 

 

11 juegos en uno

Space Invaders Invincible Collection está compuesto de 11 grandes versiones de la saga, 10 de ellos dentro del mismo juego y el número 11 como descarga adicional. Es difícil tratar de sacar una historia de los juegos de Space Invaders, ya que normalmente los juegos de arcade de esa época poseían poca o ninguna trama, ya que su finalidad era la de ofrecer diversión sin ningún tipo de pretensión. Aunque la jugabilidad es prácticamente similar, todas las entregas que componen este Space Invaders Invincible Collection cuentan con algún tipo de particularidad que les diferencia del resto.

 

 

 

Pasando por todas la épocas

Es quizás en las versiones más modernas donde el estilo visual cambia de manera más radical, ofreciéndonos fases coloridas y frenéticas que pueden ser un verdadero peligro para la gente con problemas fotosensitivos. El apartado sonoro también nos encontramos con un máximo respeto a los juegos originales, con sus efectos de sonido bien implementados y músicas que nos acompañan a lo largo de las diferentes fases. También es en los juegos más actuales donde la música comienza a tomar otro cariz más rítmico y frenético. Es en la versión de Space Invaders vs Arkanoid en la que mejor uso se hace de la portabilidad de Nintendo Switch, ya que el juego debe jugarse con la consola en vertical y con la pantalla táctil.

 

 

 

Space Invaders Invincible Collection. Este recopilatorio tiene sus pros y sus contras, ya que nos encontramos con una selección muy ecléctica. Pero por otro tenemos Space Invaders Extreme, que a los jugadores más clásicos no termine de gustar, mientras que a los más jóvenes puede enganchar con su música y su frenética jugabilidad.




 

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