Una de las mejoras más relevantes de Crusader Kings III frente a su anterior edición es su forma de tratar personajes.
Tal y como os conté en su análisis, Crusader Kings III es un juego que pone especial enfásis en la construcción de familias, los backstorys y las alianzas políticas de cada uno de los personajes.
Este punto que parece tan obvio ahora mismo era el talón de Aquiles del anterior juego, ya que Crusader Kings II nos presentaba una ficha de personaje con un diseño en 2D donde era necesario leer sobre los atributos físicos de un personaje para comprender perfectamente qué tipo de bonificaciones o penalizaciones teníamos.
En esta nueva entrega abandonamos el modelo fijo que aparecía en Crusader Kings II y pasamos a un modelo en 3D del personaje que nos permite aprender muchísimo del mismo sin tener que leer las descripciones de su ficha.
De esta forma, la nueva manera de visualizar a un personaje nos permite saber aproximadamente su edad, su energía vital, si está herido, si bebe mucho, etc. Por si fuera poco, han incluido hasta expresiones faciales donde podemos ver el aprecio o repulsa que nos tiene un personaje al hablar con nosotros
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