Las experiencias Telltale conjugan de fábula con el juego portátil

Me gustaría poder decir que me he resistido a las navideñas, pero también me encantaría asegurar que el botón del pantalón cierra igual de bien tras diez toneladas de polvorones y aquí estamos, asumiendo que somos débiles. El caso es que la temporada de descuentos ha sido golosa incluso en la eShop de Switch, un lugar en el que es difícil ver grandes bajadas porque a Nintendo le cuesta un poco aflojarse el cinturón. Así que con esas me he agenciado Batman The Evil Within por cinco tristes eurillos. Tenía tan asumido cómo encarar estas propuestas que había olvidado el dónde, algo que nunca debí quitar de la ecuación.

Porque nos guste o no, hay fórmulas que funcionan mejor en según qué entornos -lo cinematográfico en la tele, el shooter en PC, los puzzles en el móvil, etc.- y resulta que lo de dividir una historia basada en la toma de decisiones encaja de fábula entre Joy-Cons, viajando en el bus o estirados en la cama. Es como llevar un libro interactivo donde quieras, y si eres un apasionado de la toma de decisiones es todo un regalo que, tanto por las rebajas como por la situación actual de Telltale, consigues a un precio ridículo. La distribución por capítulos ayuda a segmentar los tiempos de juego, pero además cada uno se distribuye por escenas cerradas de unos 10-15 minutos que conjugan estupendamente con la idea del juego en los tiempos muertos. Pero la cosa cambia cuando hablamos de Switch, de llevar las partidas contigo y de segmentarlas tanto como quieras, gracias también a la opción de dejar la consola en reposo.