lunes, 12 de abril de 2021

Análisis de Balan Wonderworld

Balan Wonderworld supuso en su presentación el pasado verano una esperanza para los amantes de los plataformas en 3D. Balan Wonderworld parecía ser la vuelta de una desarrolladora grande al plataformeo. El nuevo juego de Balan Company lo tenía todo para ser una propuesta de peso, con gente conocida y un estudio grande detrás. Con esa premisa, sin pretensiones, cuando presentaron Balan Wonderworld, un nuevo plataformas en 3D, colorido y producido por Square Enix.

 


 

Se permite que sea peor porque es para niños

Balan Wonderworld es un conjunto de buenas ideas mal llevadas a término. Decisiones de diseño de niveles inexplicables, y una curva de dificultad que sube y baja sin dejar claro a qué público va orientado. Evidentemente que un niño no sabe apreciar el diseño de niveles, si esta mecánica está bien o no. Pero eso es lo mágico de, por ejemplo, Super Mario 3D World.

 

 Imagen de Balan Wonderworld

Está tan refinado, tan pulido, que juegas sin darte cuenta de que cada nivel es un tutorial en sí mismo, de lo absolutamente enfermizo del detalle, de las mecánicas. Balan Wonderworld puede estar estéticamente enfocado a niños, aunque sería mejor que fuera para todos los públicos, pero ese no es el problema.

Se abre el telón

Posteriormente conocen a Balan y este los transporta a un surrealista mundo onírico. La acción se desarrolla en un mundo central a partir del cual accedemos a cada capítulo, este cuenta con 2 niveles y un jefe final, más un nivel extra una vez completas el juego. La narrativa se basa en ayudar con los problemas personales y emocionales de diferentes individuos en esta especie de universo metafísico. El principal problema de la historia es que cuesta empatizar con ellos, porque te explican mediante una animación sus aflicciones justo antes de la batalla contra el jefe, en el tercer nivel de cada capítulo, por tanto durante los dos primeros niveles deambulas por la zona sin saber para qué.

En los juegos de plataformas de Nintendo, por ejemplo, la historia es un excusa para llevarte a un mundo. Por cosas como esta hablo de que no es justo justificar las carencias de Balan Wonderworld porque es un juego enfocado al público infantil. La falta de contexto e información, la falta de una motivación clara, aunque sea simple, debe estar. Una vez llegas al mundo central no sabes dónde estás ni nadie te lo explica.

 Imagen de Balan Wonderworld

 

Posteriormente te enteras de que estás en la Isla de los Tims, pero de manera secundaria, porque te lo nombran para otra cosa. Te encuentras por la zona con unos seres, bastante cucos, llamados tims que parece que te piden comida, la comida son unas gemas en forma de gota que recolectas por los niveles y les puedes dar como alimento. Hay cuatro colores de gemas diferentes, pero si no los hubiera todo sería igual. Aunque tampoco te lo explican, se puede, o se debe, usar el método científico y empírico para descubrir el comportamiento y el ciclo de reproducción de los tims.

Además de encontrar otros huevos escondidos por los niveles. A mayor número de tims, mejor, estos acometen trabajos forzosos en una especie de rueda que empujan para que se desarrolle una estructura en forma de torre. Cierto es que muchos juegos de la época dorada de los plataformas 3D contaban con problemas de contexto similares. Actualmente ha desaparecido pero, en cambio, los juegos están mucho más explicados dentro de los mismos.

Las pantallas son bonitas y coloridas, o lo pretenden, porque después hablaremos del apartado técnico, que es atroz en Nintendo Switch.

Buenas ideas, mala ejecución

Todo y con sus fallos, Balan Wonderworld empieza de una manera simpaticona y con buenas ideas. La mecánica principal del juego es el uso de disfraces, que te dan una capacidad o habilidad característica, similar a lo que vimos en Super Mario Odyssey con la captura. Dichos disfraces se encuentran dentro de los niveles y puedes llevar hasta tres a la vez, intercambiándolos mediante los gatillos R y L. Cada traje tiene una habilidad diferente que se ejecuta con el botón de acción, y ya no hay más botones de uso. Están bien diseñados a nivel artístico, como casi todo en el juego.

 Imagen de Balan Wonderworld

Hay muchos que están bien y cumplen su cometido como mecánica jugable, pero se pueden desechar por lo menos dos terceras partes de ellos. Normalmente los trajes destinados a las mecánicas concretas para avanzar se encuentran fácilmente disponibles por el escenario del nivel en el que estamos. Lo malo llega cuando, para avanzar, no se te exige que simplemente acabes el nivel. En Balan Wonderworld pasarte las pantallas no es suficiente, se te exige recolección.

En Balan Wonderworld se te exige que consigas un número concreto de Estatuillas de Balan para seguir avanzando, y estas se encuentran más o menos escondidas por el escenario. Si fuera, en efecto, de corte sencillo, cosa que parece, sería igualmente fácil conseguir el número mínimo de estatuillas para poder avanzar hacia los siguientes capítulos y, posteriormente, para los que buscan un reto mayor, se encontrarían niveles extra o algunas estatuas más escondidas. Teniendo incluso que repetir algún nivel para conseguir alguna extra.

En Balan todo es tedioso

Aparte de los disfraces propios de la zona que te permiten conseguir algunas estatuas, que en todas tengas que usar trajes de otros capítulos para conseguir el 100 % es una buena mecánica. Genera rejugabilidad pero, lejos de estar bien implementado, se hace engorroso. Si estás en la zona que toca y hay trajes disponibles no hay problema. Como sea un momento en el que quieres utilizar un traje que conseguiste en otra y no lo tienes, debes ir a dicho nivel a buscarlo.

Es triste, pero muchas veces me encontraba “farmeando” trajes para el futuro. Para adquirir un disfraz debes atravesar una especie de diamante, que se encuentra bloqueado porque previamente debes conseguir una llave. Tampoco entiendo la función de esa mecánica. Además, cuando quieres usar uno de los trajes que no sea de los tres que llevas encima, debes volver a las zonas de checkpoint para consultar el armario y poder gestionarlos, cosa que no es ni rápida ni divertida.

 Imagen de Balan Wonderworld

 

La curva de dificultad es una montaña rusa desmedida. Tanto los diamantes para “farmear” trajes como los enemigos, todo lo consumible se regenera en menos de un minuto. Así, si en una zona acabas con los malos y luego quieres explorar, no estarás tranquilo durante mucho rato. Por otra parte hay fases de bonus, unas centradas en disfraces deportivos y otras en los que realizas una especie de juego rítmico con Balan.

 Imagen de Balan Wonderworld

 

Si los haces perfectos te dan, de nuevo, una estatuilla, lo cual vuelve a disparar la curva de dificultad, ya que si una sola vez no es “perfecto” no la ganas. Los tres golpes pueden ser de la misma manera, pero hay escondidas tres mecánicas diferentes de ataque, todas en respuesta al ataque enemigo. Si descubres una mecánica te dan una estatuilla, y así sucesivamente hasta poder conseguir tres. Es bastante original porque debes estar pensando en maneras diferentes de combatir, y se hace menos repetitivo.

Nintendo Switch puede con mucho más

Que puede tener su público, alguien a quien, con todos los fallos de jugabilidad, diseño y mecánicas, aún le encandile el mundo de Balan. Pero ese juego no es el que he jugado en Nintendo Switch. A nivel técnico es un absoluto desastre. Un traje consiste en una especie de flor con un pequeño faro que se enciende y apaga cada pocos segundos, y el efecto de luz es atroz.

 Imagen de Balan Wonderworld

 

En Nintendo Switch roza lo injugable y no, no vale la excusa de que es menos potente, porque el juego no lo necesita en absoluto.

Conclusión

Es una pena, porque siento estar haciendo una sangría del juego, que tiene aspectos positivos. A Balan Wonderworld  le falta mucho desarrollo, es un juego que no se tendría que haber lanzado en este estado, porque no merece los 60 € que cuesta, y menos en Nintendo Switch. Pero que ha resultado en un batiburrillo de desastre técnico, falta de originalidad, diseño de niveles pobre y mecánicas que desesperan. Puede llegar a tener su público, pero con los juegos que hemos ido citando durante el artículo tenéis mejores propuestas, que valen la pena antes que Balan Wonderworld.

Balan Wonderworld venía sin pretensiones de ser más de lo que parecía, la vuelta a los plataformas en 3D a través de un simpático mundo.



 

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