lunes, 21 de junio de 2021

ANÁLISIS DE MANEATER



De hecho, eso es lo que quiere que hagamos Maneater, un juego sin demasiadas pretensiones y que consigue lo que se propone, que es que nos divirtamos sin pensar demasiado, pero además lo hace bien, con un sistema de progresión que funciona y un apartado audiovisual a la altura. El juego se desarrolla en aguas del golfo de México, donde, para nuestro disfrute, hay una amplia gama de parajes disponibles, como pantanos, ríos con salida al mar, playas, bahías, etc. Aquí un equipo documentalista ha tenido a bien grabar las aventuras de un pescador de tiburones y su equipo, y también grabarán al tiburón al que este pretende dar caza tras arrancarle de cuajo medio brazo, o sea, a nosotros. Pero centrémonos en lo que de verdad hace divertido a Maneater, que no es otra cosa que su directa jugabilidad. Según avanzamos en el juego, nuestro tiburón se hace más grande y más fuerte y rápido, pero no aprenderá nuevos movimientos, por lo que nos pasaremos las 7 u 8 horas que nos dure nuestra primera partida haciendo siempre lo mismo, solo que cada vez más eficientemente.





De hecho, hasta podremos subir de nivel estas mejoras, y lo pagaremos con los puntos obtenidos de haber masacrado al resto de fauna. Si esta fauna incluye humanos, el nivel de amenaza aumentará, y si alcanzamos cierta cifra tendremos que vérnoslas con uno de los múltiples cazatiburones que quieren su minuto de gloria en el programa. Esta repetición de elementos es una constante en el título, pero por suerte sus desarrolladores han sabido crear un sistema de progresión que hace que, cuando nos estemos cansando de tener que pegar dos bocados para matar a un mero, evolucionemos y tengamos que dar solo uno, y además podremos saltar más alto y llegar así a ese coleccionable que se nos escapaba hasta hace poco, o destruir esa puerta que aún no podíamos romper. Y es que Maneater, pese a que no es un juego de mundo abierto, presenta zonas bastante amplias e interconectadas entre sí sabiamente, habiendo en todas ellas una cueva que hará las veces de refugio para nuestro tiburón, siendo aquí donde podamos hacer uso del esquema de mejoras.





Al final, eso sí, Maneater consigue ampliamente lo que se propone, que es tenernos un rato pegados a la pantalla viendo un poco de sangre y oyendo gritos. Pero es que además en ese rato presenta escenarios ricos y variados con multitud de secretos escondidos, arroja datos sobre fauna marina, sabe no decaer gracias a la adquisición de mejoras y lo hace todo con humor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario